Escribir... ¿para qué?


    La tristeza, el odio, el dolor, la desesperación, la rabia... son sentimientos difíciles de retener. Son sentimientos que el cuerpo no puede contener y se esfuerza por echar de su interior. Son sentimientos dañinos, que cuando inundan nuestro corazón le reduce a cenizas… Son sentimientos incontrolables, que todo el mundo se esfuerza por olvidar que existen o que alguna vez lo sintieron; pero todo el mundo siente.

    La alegría, la emoción, la euforia, el amor correspondido… son sentimientos difíciles de retener. Sentimientos que, cada vez que aparecen, tenemos la necesidad de hacérselo saber al mundo. Son sentimientos que el cuerpo puede digerir, y sanan el corazón cuando está herido. Son sentimientos agradables, a los que nos aferramos durante toda la vida, por efímeros que sean.

    ¿Por qué todo lo que escribo es deprimente? ¿Por qué no escribo cosas con un buen final? ¿Por qué todo es siempre tan negativo y pesimista? ¿Por qué no soy capaz de escribir cosas que te hagan sonreír? ¿Por qué?, me preguntaste.

    Porque todos los sentimientos que me dañan, deben desaparecer de mi interior; al igual que del de los demás. Porque las cosas buenas, mi corazón las admite y las retiene en su interior. Porque mi voz desaparece ante situaciones dolorosas, y todo a mí alrededor se desvanece. Porque la única forma de expulsar esos sentimientos es así. Porque yo no escribo para alegrar al mundo, sino para aliviar mi corazón…

Comentarios

  1. Vaya, veo que estas utilizando el blog, y que lo haces muy bien ya sea por simple inspiración o por desahogo emocional, me alegra que lo hagas. Espero que esto solo sea el principio de algo grande ;)

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